La pequeña Martínez había sido herida por su padre, el Roberto Martínez, quien tenía la nacionalidad española. Minutos después de herir a la nena, el padre se suicidó de un disparo a la cabeza.
Entre 90 y 100 personas asistieron al entierro de Starling Martínez
La pequeña fue enterrada en la intimidad, por expreso deseo de la familia, en el cementerio de la localidad de Torrejón de Ardoz, situada a unos
Alrededor de las 11.00 horas, el coche fúnebre trasladó el pequeño féretro blanco desde la sala del velatorio hasta el nicho en el que fue enterrada, junto con varias coronas de flores, también blancas.
Vestida de negro y acompañada por sus hermanos, la madre de la pequeña, Yolanda Mena, no pudo contener los gritos de dolor durante el sepelio y abandonó el cementerio una media hora después sostenida por sus familiares y con el rostro cubierto con un pañuelo.
Otros amigos de la familia, tanto por parte de la madre como del padre, que se suicidó tras disparar contra la niña, acudieron al entierro para despedir a la pequeña, así como varios representantes institucionales.
Los restos de la niña llegaron ayer por la tarde al tanatorio de Torrejón, tras ser autorizada por la familia la donación de sus órganos y serle practicada la autopsia en el Instituto Anatómico Forense.
Starling recibió un disparo en la cabeza del arma que portaba su padre, Roberto Martínez, dominicano nacionalizado español, en presencia de la madre de la pequeña el pasado 7 de agosto en el parque de Ocio de Torrejón de Ardoz, durante una discusión entre ambos.
Tras disparar a la niña, el hombre, de 29 años, se quitó la vida a poco metros del lugar del crimen con un tiro en la sien, según
La madre, de origen español, llevaba años viviendo con Roberto Martínez pero le había denunciado por malos tratos y solicitó en mayo una orden de alejamiento que, según explicaron a Efe los vecinos, ambos incumplían.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario