viernes, 7 de septiembre de 2007

Lotería ayudará hijos víctima voladora

El ingeniero Ramón Rivas, administrador de la Lotería Nacional, anunció hoy que esa institución se hará cargo de la manutención y educación de los hijos de la bioanalista Antonia Castro Vargas, muerta la mañana del lunes cuando el minibús en que viajaba como pasajera se estrelló contra un poste del tendido eléctrico en la esquina de las avenidas San Martín y Ortega y Gasset.

La muerte trágica de Castro Vargas dejó huérfanos de padre y madre a Summer Tejada y Rubén Alberto Tejada Castro, de 14 y nueve años, respectivamente, debido a que a su esposo, Danneris Tejada, lo mataron hace un año y dos meses para robarle una motocicleta y una pistola.

La periodista Marta Ortiz, portavoz de la Lotería, dijo que ella y un representante del Departamento de Acción Comunitaria de la institución se trasladarían a media mañana a la casa de la víctima para hablar con parientes de los muchachos y determinar el tipo de ayuda que además de la alimentación y la educación, necesitan los huérfanos.

Explicó que iba a ver si necesitan útiles escolares, mobiliario en la casa o asistencia psicológica.

Mientras tanto, la representante de la Fiscalía del Distrito Nacional ante el Tribunal de Tránsito informó que pedirá hoy medida de coerción de tres a seis meses de prisión preventiva para el chofer Julio Antonio Domínguez, quien conducía el minibús en el que se mató Castro Vargas, que es propiedad de de la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano).

Bertha Byas, coordinadora de los fiscales de Tránsito, dijo que el expediente fue completado ayer, por lo que dijo esperar que a más tardar este mediodía tuviera escogido el juez que conocerá de las medidas de coerción al imputado.

Informó que ayer fue interrogado el taxista Juan Ramón Otáñez, que conducía el carro contra el que Domínguez se estrelló primero, así como a los heridos y otros testigos que la magistrada dijo corroboraron la versión de que el minubús viajaba a excesiva velocidad disputándose los pasajeros con otro chofer de la ruta de Los Alcarrizos.

La magistrada sostuvo que los testigos han coincidido en que cuando llegaron al semáforo de la avenidas San Martín con Ortega y Gasset, el otro chofer, que no ha sido identificado, se detuvo, pero Domínguez no respetó la luz roja porque del otro lado había un grupo de pasajeros.

Fue en esas circunstancias que Domínguez chocó el carro que conducía Otáñez y luego se estrelló contra un poste de concreto al que arrancóo.

La fiscal dijo que el propio Domínguez explicó que Castro Vargas iba sentada de espaldas en un asiento que para aumentar los espacios de los vehículos ellos habilitan entre el chofer y el asiento delantero derecho.

Byas dijo que Domínguez narró que con el impacto, Castro Vargas salió disparada por el parabrisas y se destrozó la cabeza.

La magistrada Byas dijo esperar que la Justicia aprecie en su justa dimensión la magnitud de la irresponsabilidad con que actuó Domínguez y del daño provocado a la familia de Castro Vargas, quien dejó dos hijos huérfanos.

Castro Vargas se mató el lunes a las 6:30 de la mañana, poco después de abordar en la avenida Máximo Gómez el minibús que manejaba Domínguez. Había salido a las 5:00 de la mañana del remoto barrio Los Arqueanos, de San Felipe, Villa Mella, donde residía.

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