LONDRES.- Una anciana británica de 81 años que durante diez hizo la vida imposible a sus vecinos fue condenada a seis meses de cárcel por acoso y por violar las restricciones que le había impuesto la justicia por su comportamiento antisocial.
Dorothy Evans, del sur de Gales, mantenía un contencioso con cualquier vecino que se mudara a la casa contigua a la suya, a los que acusaba de unas ocasionales inundaciones que le impedían vender su propiedad. Según explicó la acusación durante el juicio, Evans llamaba constantemente prostituta a su vecina y le decía a la hija de ésta, de 13 años, que era una bruja e iba a echarle un mal de ojo y matar a su perro, además de pegarles con el bastón.
“Me parece que, pese a su edad y su debilidad, usted ha hecho la vida imposible a sus vecinos de forma deliberada”, dijo el juez.
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