Yo no soy bebedor ni gusto de participar del trago social, pero estuve haciendo junto a unos amigos comparaciones entre diferentes formas de entretenimiento, sus beneficios y sobre todo: el costo. El caso analizado fue el siguiente: el grupo de amigos, aportando 400 pesos cada uno, puede elegir entre las siguientes dos opciones: ir al cine a disfrutar una película o parquearse en los alrededores de algunas de las boutiques de bebidas —muy bonitas— que se han establecido últimamente, a tomar cervezas.
Hallazgos:
- Con 400 pesos se compran dos entradas al cine (180 c/u), para un vaso de Coca-Cola mediano y Popcorn agréguele el mismo monto; por los mismos 400 pesos se pueden adquirir 8 botellas de Presidente Light.
- El objetivo de juntarse a beber no es solamente consumir alcohol, sino, hablar caballá, interactuar con gente y en la medida de lo posible, sociabilizar. Beber produce mayor compenetración que solo ver.
- Si el cine no se junta con una actividad paralela, es posible que al final todos salgan de la sala con la cabeza llena de imágenes pero con el estomago vacío. Ir todos juntos a cenar después de la película sería una opción (para conversar y comer), pero se sale del presupuesto.
Conclusión: a menos que se reduzca el costo de participar en actividades culturales, en este país se seguirá bebiendo. Beber es más barato que ir al cine.
VISTO EN DUARTE101
No hay comentarios.:
Publicar un comentario