El estrés no sólo es un compañero habitual en
el día a día de un elevado número de personas en la sociedad actual, sino que
puede llegar a dispararse hasta límites inimaginables a causa de miles de
situaciones habituales. Y es que esta reacción del ser humano ante momentos
puntuales peligrosos puede convertirse en un problema crónico debido al estilo
de vida de la mayoría de ciudadanos en el mundo actual, provocando numerosos
problemas de salud, así como irritabilidad o malestar general.
De este modo, las largas horas de trabajo, el
tráfico en las grandes ciudades, las prisas para llegar a la oficina, la
tensión a la hora de buscar apartamento
de alquiler para vivir, la necesidad de recorrer grandes distancias en
automóvil incluso para hacer realizar cotidianas, y un elevado número de
circunstancias, pueden llegar a conseguir que la ansiedad no deje de crecer,
una tensión que puede paliarse eficazmente si se está en forma y se cuida de la
silueta a través de la alimentación equilibrada y el ejercicio.
A este respecto es importante remarcar que el
deporte se sitúa entre los mejores mecanismos de defensa ante esta invasión del
estrés para la mayoría de
personas, ya que no sólo ayuda a soltar la tensión acumulada, sino que consigue
que se aumente la energía, que se gane en agilidad, que se enfrenten las
situaciones más complejas con serenidad, e incluso que se eviten dolencias de
espalda y cuello, tan habituales en situaciones de ansiedad, gracias al
refuerzo que obtiene la masa muscular.
Para obtener un mayor equilibrio con el propio
organismo, y ver mejorada además nuestra autoestima, es importante hacer caso
omiso del elevado número de excusas que nos impiden centrarnos en el objetivo,
conseguir realizar una actividad física de forma regular para estar más sanos y
ganar en relajación y calidad de vida. Para conseguirlo es importante seguir
una serie de conductas y hábitos para aprender a hacer ejercicio sin que pese:
- No te pongas excusas. El primer paso siempre es el más difícil,
por lo que es importante recordar que una vez que comiences a tener una
actividad física constante todo funcionará de forma fluida. Buscar la
fórmula que mejor se adapte a nosotros, como optar por una bici para ir al
trabajo, que podremos encontrar en
cualquier página de anuncios en la web, en vez de comprarnos un
automóvil, o ejercitarse en casa con vídeos de internet en lugar de ir a
un gimnasio, pueden ser algunas de las soluciones perfectas para nuestro
caso.
- Visualízate. Cuando te venza la tentación de dejar el ejercicio o
no comenzar con una actividad, es importante que veas en tu mente como te
sentirás tras unos meses de hacer deporte. Piensa en ti mismo en el futuro
como una persona más fuerte, con menores dolores musculares y con mejor
aspecto estético, y te animarás a realizar ejercicio de forma continuada.
- Haz deporte en compañía para motivarte. Hacer ejercicio con otras
personas conseguirá obligarte a cumplir los objetivos cuando estés a punto
de dejarte llevar por la pereza.
- Decídete por un ejercicio que realmente te guste. Existe una
amplia variedad de actividades físicas para ponerse en forma. Gánale la
batalla al aburrimiento optando por algo que realmente te guste hacer y
reducirás el estrés diario.
- Planifícate y sal a correr. Refuerza tu voluntad reservando en tu
agenda cada día un rato para hacer deporte, de cara a convertirlo en un
hábito, y sal correr siempre que puedas para liberar tensiones a través
del ejercicio al aire libre.
Liliana Costa
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