¿Cómo sé si mi hijo consume drogas? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo prevenirlo? Estas y otras claves están al alcance de cualquiera de forma gratuita y tan sólo a golpe de click en elwww.escueladefamiliasph.org, el curso online presentado hoy porProyecto Hombre. La iniciativa está dirigida a familias con hijos adolescentes, y tiene como objetivo promover el papel de los padres como agentes preventivos, facilitando la información suficiente sobre las adicciones y las vías de intervención para evitar o retrasar el consumo de drogas.
Para esta ONG, dedicada al tratamiento y prevención de toxicomanías, el papel de la familia es primordial en todas las fases: en la prevención, detección y tratamiento. Para ello, identifican tres estrategias en el ámbito familiar para alejar a los jóvenes del consumo: informar a sus hijos sobre los riesgos de consumir drogas, adoptar actitudes preventivas, y conocer los síntomas para detectar si sus hijos consumen. Todo ello se puede encontrar en esta página.
Para acceder a ella no hace falta que el problema haya pasado a mayores, advierten. «Cada vez recibimos en nuestros centros a más familias normalizadas que acuden preocupadas por el comportamiento de sus hijos o con la sospecha de que estos puedan estar iniciándose en el consumo de drogas», advierte Francisco Recio, director general de Proyecto Hombre. A su juicio, lo mejor es la prevención.
La pronta detección aumenta el éxito
En este sentido, las pautas básicas de prevención en la adolescencia que recoge el curso «Escuela de Familias en la Red» son las siguientes: fortalecer los lazos familiares, desarrollar una disciplina familiar adecuada, con normas y límites, proporcionar cercanía, apoyo y trato afectuoso a los hijos, supervisar sus actividades y relaciones sociales y demostrar una conducta y una actitud preventiva y consecuente frente al consumo de drogas.
En caso de que la droga haya entrado en casa, prosigue Recio, «unadetección temprana aumenta las posibilidades de éxito y acorta el proceso de desintoxicación, por lo que la formación de familia es fundamental». «La presencia de olor a alcohol o el característico aliento a tabaco, las pupilas excesivamente dilatadas o contraídas, el enrojecimiento, hinchazón o irritación de los ojos, así como la rigidez muscular o movimientos espasmódicos son señales fisiológicas que pueden anunciar el consumo de alguna sustancia psicoactiva», anuncia Antonio J. Molina, director del Centro de Formación y Estudios de la Asociación Proyecto Hombre.
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