Hacer dinero y donarlo son dos acciones que generalmente son consideradas distintas.
Primero hay que facturar y hacer dinero para que luego la vena filantrópica inspire la generosidad, mucha o poca.
Pero ¿y si se pudiera combinar el espíritu emprendedor y su aprovechamiento para el bien común?
Esa fue la pregunta que se hicieron un grupo de británicos en un bar y resolvieron poner en marcha One Water, una embotelladora de agua que dedica sus beneficios a proyectos para proveer agua potable en África.
Duncan Goose, publicista, señala que "realmente, no hay que hacer mucho para meterse en el negocio del agua embotellada. Está el agua, está la botella. Puedes cambiar el tapón, la etiqueta, pero no mucho más".
"Pero si haces que el objetivo de tu negocio sea darle agua a los que lo necesitan en África, entonces puedes usar eso para vender la botella".
Y funciona. El producto de Goose ya compite codo a codo con Evian y Perrier, pero los beneficios van fundamentalmente al proyecto PlayPumps. CONTINUAR AQUI
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