Carta a Juan Pablo Duarte

Estimado Duarte,

Hoy 26 de Enero del 2011, salí de mi casa rumbo al trabajo y parecía un día cualquiera. Los periódicos anunciaban una huelga y el tema principal en muchos programas de radio tenía que ver con la elección del Secretario de la Liga Municipal Dominicana (Se trata de un organismo que fundó un dictador llamado Trujillo y no sabemos en que beneficia esa institución al país). Hay pocas banderas en la ciudad y no es día feriado. El lunes tuvimos un día de fiesta supuestamente en tu honor pero fue tomado para que la mayoría se fueran a las playas. Algunos te llevarán ofrendas florales a tu tumba, a excepción del presidente que está de viaje.

Quizás estas cosas no te hagan sentir mal pues sé que nunca fuiste un hombre con aires de grandeza que esperara ser exaltado como un mesías ni nada por estilo. Tú soñaste con una patria libre y soberana, e hiciste el intento por construirla. Hoy somos libres de cualquier dominación extranjera, pero somos esclavos de otros dominicanos que abusan constantemente del poder sirviéndose de los bienes del estado. Creo que eso sí que no es de tu agradado. Recuerdo que en la escuela me enseñaron una frase tuya que decía: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seguiremos siendo víctimas de sus maquinaciones”. Aquí hay funcionarios que día a día traicionan a la patria mediante la corrupción, al igual hay dominicanos que traicionan a la patria con actos delictivos de sicariato y narcotráfico y no se les escarmienta como traidores que son.

Tú dijiste una vez que “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”, pero “Patria” y “Honor” son palabras que apenas quizás aparecen en ciertos discursos baratos. En la escuela me enseñaron que el juramento de los Trinitarios decía: “…cooperar con mi persona, vida y bienes…” y aquí los funcionarios son hombres que obligan a cooperar a las personas para ellos llenarse de bienes. Y ya no sé si en la escuela se enseñan esas cosas. Más bien ahora han propuesto unos “textos integrados” en los que se busca que perdamos nuestra identidad, aquella que tú querías que tuviéramos. A los niños no se les da un desayuno correcto ni tampoco la educación necesaria. Por lo menos hay un buen grupo de gente joven que exige un 4% del presupuesto nacional para la educación según manda la constitución pero el gobierno no les hace caso.

Si uno sale a preguntar a la calle a los jóvenes de este país qué como quién les gustaría ser, solo dicen que quisieran ser como un pelotero, como un cantante o como el presidente. Muchos quieren ser como un tal Agosto y una tal Sobeida, otros se fijan en modelos extranjeros. Qué pena que nadie quiera ser como tú. Ya no quieren ser como tú. Los partidos políticos exaltan a otras figuras y pareciera como si en envés de Mella, Sanchez y tú ser los padres de la Patria, los fueran Balaguer, Bosch y Peña. De por sí a Balaguer lo llaman “Padre de la democracia”, aun habiendo participado como fiel colaborador de una dictadura de 30 años y siendo presidente de el segundo gobierno menos democrático de nuestra historia y de igual forma habiendo sido acusado de varios fraudes electorales.

Haití no nos domina. Pero más de un millón de haitianos vive en nuestro país. Muchos son explotados y esto nos trae ciertos problemas a nivel internacional. En Haití hubo un terrible terremoto hace un año y parece como si nosotros fuésemos los únicos que estamos obligados a ayudarles. Otros países solo han hecho alarde que querer ayudar pero Puerto Príncipe sigue como si el terremoto hubiese sido ayer.

Perdóname por decirte cosas tan triste el día de tu cumpleaños y perdóname por no haberme quejado antes.

Felicidades pues supiste morir con honor y regalarnos una patria, llena de gente que te ha olvidado pero aún quedamos muchos que nos acordamos de ti. Felicidades Maestro!

Ariel Santana,

Dominicano.